Relación: vivienda - indígena

Reflexión sobre la apropiación cultural de la vivienda maya en Mérida, donde tradición e identidad se expresan frente a las transformaciones urbanas.

Benjamín Rojas

8/16/20243 min read

En la mayoría de las viviendas populares del sur de la ciudad de Mérida se refleja un claro esfuerzo de apropiación por parte de sus habitantes, a través de elementos de identidad cultural propios de la región sur del país. Patricia Safa Barraza (1998) destaca que la identidad se adapta y se recrea mediante representaciones y prácticas cotidianas, además de mantenerse viva en la memoria colectiva y en la historia compartida de las comunidades.

La indiferencia hacia los edificios vernáculos que conforman el entorno ha generado una percepción errónea de que estos carecen de valor. Como consecuencia, han sido descuidados físicamente y se deterioran con frecuencia. Rapoport (1972) subraya que esta desatención se origina en la tendencia a ver “cabañas” o “chozas” donde en realidad existen edificaciones de gran calidad, con mucho que enseñarnos. En este sentido, propone examinar el ambiente construido de manera integral, lo cual implica estudiar la historia de la forma edificada desde una perspectiva más amplia y sensible.

Un ejemplo de esta apropiación y resignificación es el del indígena maya que habita en la ciudad. Este no solo adapta su vivienda a sus necesidades actuales, sino que realiza transformaciones subjetivas en su interior y exterior, incorporando valores simbólicos, prácticas culturales y usos heredados de su estilo de vida tradicional. Así, modifica activamente su entorno para mantener su identidad cultural.

La construcción del vínculo entre el indígena maya y su vivienda responde a una acumulación de conocimientos que se genera de forma progresiva. Esta relación puede agruparse en tres grandes dimensiones:

  1. Social: vinculada a la estructura familiar, los roles y los ciclos de vida.

  2. Funcional o de satisfactores primarios: como la búsqueda de seguridad y el acceso a alimentos.

  3. Simbólica: conformada por la cultura, los valores, las creencias, los hábitos y las costumbres.

Estas tres dimensiones interactúan entre sí dentro del factor tiempo, el cual determina la movilidad del espacio y genera diversas percepciones por parte de los usuarios.


Conocer las cualidades y características de la vivienda indígena maya, así como identificar los patrones del ambiente edificado —acciones, construcciones y simbolismos— permite establecer criterios que pueden mejorar la calidad de vida y fortalecer la identidad de sus habitantes.

Existen diversos factores que inciden en el análisis de la vivienda indígena maya. Por un lado, destacan las actividades económicas, sociales y culturales propias de la comunidad, que al combinarse con las dinámicas urbanas de la ciudad de Mérida y los aspectos medioambientales, dan lugar a formas específicas de apropiación del espacio, generando acciones, construcciones y significados simbólicos en la vivienda actual.

Por otro lado, se encuentra la participación del Estado en los procesos de atención y desarrollo para las comunidades mayas, así como el impacto de la arquitectura vernácula en el ámbito turístico, donde frecuentemente se exalta lo "maya" como un valor comercial, a veces sin vinculación real con las dinámicas locales.

(Ilustración 01. Modelo sobre los factores que rodean la relación del indígena y su vivienda. El conjunto más cercano al núcleo representa los elementos con mayor peso en la generación de experiencias; el conjunto exterior está compuesto por factores contextuales que deben considerarse a lo largo de la investigación. Algunos de estos factores funcionan como vínculos entre ambos campos, articulando el entorno social, económico y simbólico.)