Análisis comparativo de las viviendas en Yaxunah

La arquitectura vernácula se adapta incorporando materiales contemporáneos sin perder su lógica espacial ni su conexión con el entorno. Este proceso de hibridación revela un hábitat vivo, en transformación constante, que articula saberes ancestrales y soluciones funcionales actuales.

Benjamín Rojas

9/26/20252 min read

El análisis de las dieciséis viviendas documentadas en Yaxunah revela una amplia diversidad de soluciones habitacionales que oscilan entre la permanencia del modelo tradicional maya y su paulatina transformación mediante la incorporación de tecnologías y materiales contemporáneos. La materialidad es uno de los aspectos más reveladores de este proceso. En la mayoría de las viviendas se mantiene el uso del bajareque, la palma de guano y la madera dura como sistemas constructivos principales, especialmente en las estructuras tradicionales. No obstante, en casi todos los casos se han añadido volúmenes de block y concreto, evidenciando un proceso de hibridación progresiva. Ejemplos de ello son las viviendas donde conviven pabellones tradicionales con módulos contemporáneos destinados a cocina, baño o almacenamiento.

La incorporación de elementos contemporáneos es generalizada. Las viviendas suelen contar con instalaciones eléctricas visibles, tinacos elevados para almacenamiento de agua, pintura vinílica en muros, puertas metálicas y ventanas de aluminio. En algunos casos, se identifican incluso sistemas improvisados de captación pluvial o estructuras específicas para usos técnicos. Estos componentes no solo modernizan los espacios, sino que reflejan una adaptación funcional del hábitat, orientada a mejorar el confort, la higiene y la seguridad, sin necesariamente eliminar la estructura simbólica del solar.

En cuanto a la disposición espacial, se observan múltiples configuraciones que dialogan con la tradición. Una parte importante de las viviendas mantiene la lógica del solar maya: pabellones dispersos articulados por el espacio exterior, vegetación funcional y jerarquía entre los módulos según su uso. En contraste, otras viviendas presentan una reorganización espacial, donde el módulo moderno se ubica al frente del predio, desplazando la casa tradicional hacia el fondo. Esta reconfiguración sugiere una inversión de la jerarquía tradicional, donde lo nuevo adquiere mayor visibilidad y acceso, mientras que lo ancestral se repliega hacia el interior del predio.

Comparadas con el modelo clásico del solar maya, las viviendas de Yaxunah representan un amplio rango de transiciones habitacionales. Algunas viviendas se mantienen casi intactas en su configuración tradicional, con una clara separación funcional por pabellones, vegetación densa y centralidad del espacio abierto. Otras, presentan una concentración funcional en un único cuerpo estructural, lo que representa una simplificación del patrón tradicional y una clara orientación hacia modelos urbanos más compactos.

Finalmente, la relación con el paisaje continúa siendo un elemento definitorio en la mayoría de los casos. Los árboles frutales, las albarradas y los espacios de sombra siguen articulando la vida cotidiana y delimitando zonas de uso. Sin embargo, se observa una pérdida de densidad vegetal en algunas viviendas, lo cual podría asociarse a procesos de urbanización, modernización del espacio doméstico o limitaciones de espacio por el crecimiento familiar.

En conjunto, las viviendas de Yaxunah no representan una ruptura entre tradición y modernidad, sino un proceso dinámico de coexistencia, adaptación y resignificación del hábitat. La arquitectura vernácula se transforma sin desaparecer, adoptando nuevas soluciones constructivas que responden tanto a necesidades funcionales como a aspiraciones simbólicas contemporáneas, sin perder de vista la lógica ancestral que organiza el espacio doméstico en el mundo maya.